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El poder del "nuevo" Coaching Ejecutivo. - Tíscar Mascaraque

30 agosto, 2023
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Sir John Whitmore, reconocido en el mundo del coaching como el padre de esta metodología, afirma que el “coaching es desbloquear el potencial de una persona para maximizar sus propios resultados. Es ayudar a aprender por encima de enseñar”.

Después de diez años como coach, trabajando con profesionales de todos los sectores y de diferentes niveles dentro de las organizaciones, he creado mi propia definición, partiendo de esta primera aproximación.

No voy a hacer una larga descripción de la metodología y sus beneficios. No es mi estilo.

Voy a utilizar una metáfora que siempre me ha acompañado y que considero muy esclarecedora.

Imagínate que decides invitar a tu ciudad a un amigo y quieres mostrarle “tus rincones”. Esos lugares especiales en los que tienes buenos recuerdos, que la hacen especial y que solo un oriundo sería capaz de descubrir a un forastero.

Y en uno de los paseos tu amigo te pregunta acerca de un edificio. Es curioso, llevas viendo esa construcción desde que tienes uso de razón. Nunca le prestaste mayor atención. Y, como por arte de magia, ahora la ves con otros ojos. No tienes ni idea de la función que algún día tuvo, no habías reparado en sus características distintivas. Sin embargo, ahora no puedes dejar de saber más acerca de ella.

Esto es lo que ocurre en mis sesiones trabajo con profesionales. No saben por qué, no obtienen los resultados que buscan.

A lo largo de nuestras conversaciones se encuentran con ideas y creencias (los edificios de la metáfora) que tienen muy arraigados y, por ende, no se cuestionan si son acertados o no. Gracias a las preguntas y reflexiones que les planteo van descubriéndolas.

¿Te suena el “aquí siempre se ha hecho así”? Pues esta frase, que está tan denostada, en realidad está más viva que nunca. En nuestros comportamientos. En la forma en que miramos el mundo.

Siempre hemos utilizado unas gafas que entendíamos que eran válidas. Y ahora vengo yo, “la coach”, a cuestionarte desde cuándo no te gradúas la vista.

Porque lo que te servía hace unos años, o en una posición diferente, ya no es útil.

El liderazgo, entendido como filosofía de gestión de equipos, es un proceso de evolución continua.

Es posible que tener un jefe o una jefa que nos “suelta” en el puesto y nos empuja a “buscarnos la vida” nos parezca útil. Incluso estimulante. Pero eso que me mueve a sacar mi mejor versión, a otra persona le puede bloquear.

En las conversaciones con un coach lo que va a pasar es que te vas a parar a pensar. Vas a reflexionar acerca de lo que está funcionando y lo que no.

Y lo que es más importante, vas a dejar de lado tus creencias acerca de “lo que debería ser” porque a ti te funcionó. Vas a retarte y quitarte tus gafas. Vas a probarte otras y, en el mejor de los casos, vas a aprender a utilizar lentes de diferentes grosores, tamaños o colores en función de la realidad que te rodea.

¿El coaching vale para todo y para todos?

Rotundamente NO.

El coaching es un proceso para aquellas personas que quieran cuestionarse, que busquen siempre alcanzar mejores versiones de sí mismos.

Si eres líder, no puedes no ser esa persona. Porque tu responsabilidad para con tu equipo es conseguir hacer con ellos eso mismo: impulsar a esas personas a que sean su mejor versión.

Hace unos años leí una historia (no recuerdo dónde, y no estoy segura de su veracidad, pero como metáfora me gusta) acerca de una mamá que caminó muchos kilómetros para ver a Gandhi y pedirle que le dijera a su hijo que no tomara azúcar, ya que el pequeño era diabético.

Gandhi, tras escuchar a esta madre y observar al pequeño, les pide que, por favor, vuelvan pasadas unas semanas.

Tras ese tiempo, vuelven a encontrarse y Gandhi mira al niño a los ojos y, con mucha calma y convicción le invita a dejar de tomar azúcar.

La madre, indignada, le pregunta por qué no se lo dijo el primer día, a lo que Gandhi le contestó:

“Hace unas semanas yo también tomaba azúcar”.

No podemos pedir evolución, transformación y compromiso a nuestros equipos cuando nosotros mismos no estamos en proceso de constante desarrollo.

Un proceso de coaching es un acompañamiento para que los líderes sean ejemplo y sigan evolucionando cada día.

Son conversaciones en las que, solo con el hecho de pararnos a observar, ya se produce una toma de consciencia que, a la velocidad a la que nos movemos en el día a día, no solemos llegar.

Hace unos años, en unas jornadas de coaching anuales organizadas por ICF, juntaron a un grupo de personas formado por CEOs y directores de RH para charlar acerca de cómo el coaching había impactado en sus equipos. Yo me quedé con una frase de una de las directoras de una empresa del IBEX 35 que afirmaba que “el coaching ha cambiado nuestras conversaciones”.

Cuando las conversaciones dentro del equipo y entre los diferentes departamentos cambian, la energía se mueve y el resultado es tener un lugar en el que el talento se quiere quedar y sumar.

¿Qué es el coaching? Es una forma de entender el mundo, de trabajar con las personas para que tomen consciencia de quiénes son y asuman la responsabilidad de trabajar para alcanzar quiénes quieren ser. Y por el camino, aprendemos todos.

En TalentÁrea apostamos por ese nuevo Coaching Ejecutivo, para llevar a líderes y responsables a lograr un Mindset exitoso que cambia las conversaciones de los equipos hacia la consecución de nuevos retos y éxitos conjuntos. Dale clic aquí si quieres más información sobre nuestros procesos de Coaching Ejecutivo.