Qué es el burnout laboral y cómo solucionarlo
Burnout laboral, síndrome del trabajador quemado, desgastado o desmotivado. ¿Te suena?
Aunque es un término que se ha empezado a popularizar más recientemente, todos sabemos que es algo tan antiguo como el propio trabajo.
Como líder de un equipo puedes tener dos objetivos claros: que tus trabajadores no sufran un burnout laboral y no sufrirlo tú mismo. La segunda, aunque pueda parecer menos obvia, es crucial para el cuidado de tu equipo. Si un líder acaba por tener un burnout laboral, ¿cuál crees que puede ser la consecuencia para sus trabajadores? Una falta de motivación de la partes superiores de un organigrama de empresa puede convertirse en un reflejo para los escalones inferiores.
Aunque este síndrome pueda parecer común o inofensivo, la Organización Mundial de la Salud ya reconoció en 2009 el burnout laboral como una enfermedad, con sus consiguientes riesgos para la salud mental y física de quien lo sufre.
En definitiva, el burnout laboral tiene sus peligros tanto en altos mandos o mandos intermedios como en eslabones posteriores de la cadena. Pero, sabiendo esto, ¿cómo tratar este problema desde dentro de la organización? O, lo más importante de todo ¿cómo prevenirlo? ¡Te lo contamos en diez minutos!
Qué es el burnout laboral: definición rápida
El burnout laboral o síndrome del desgaste laboral es un estado físico y mental de agotamiento, desmotivación y estrés patológico vinculado al trabajo o las actividades asociadas a él. Como respuesta al mismo, el empleado presenta reacciones físicas, emocionales y conductuales que afectan negativamente a su salud, su productividad y al clima laboral de la organización.
Cómo identificar un burnout laboral: síntomas claros
Aunque puede parecer sencillo, no muchos altos mandos saben cómo identificar un burnout laboral. Sin embargo, hay ciertos síntomas que pueden marcar la diferencia a la hora de reconocer este estado de forma rápida y eficaz:
Depresión y/o ansiedad
Claro síntoma de burnout laboral, aunque también de muchas otras patologías. La clave para correlacionar estas enfermedades y trastornos con el burnout laboral es conocer su raíz. Si los estímulos que agravan estos trastornos de depresión o brotes de ansiedad son nuevas cargas de trabajo, el inicio de la jornada laboral o la adición a proyectos nuevos, es probable que estemos ante un caso de burnout laboral.
Síntomas de agotamiento mental y físico
Veremos a una persona exhausta, cansada y desganada, especialmente en primeros momentos de la jornada: los lunes a primera hora, al comienzo de una nueva tarea, en reuniones grupales, one to one… El cansancio puede manifestarse de forma mental (despistes, falta de concentración o de motivación) o física (sueño, dolor de cabeza, tensión muscular).
Cambios de conducta negativos
El comportamiento y la respuesta de la persona que está sufriendo un burnout laboral puede ser notable en cuanto a cambios se refiere. Una persona antes risueña se convierte en alguien callado o un empleado antes sociable comienza a distanciarse de sus compañeros.
Falta de realización personal y autoestima
Normalmente, un trabajador con burnout sentirá una ausencia clara de motivos para sentirse orgulloso de su trabajo o de sí mismo. Por los síntomas anteriormente mencionados, el empleado será menos productivo y eficiente, por lo que es posible que no se sienta realizado con su trabajo y no se vea capacitado para hacerlo mejor.
Causas del burnout laboral
Ahora ya sabes cuáles pueden ser los síntomas del síndrome de burnout laboral, pero ¿cuáles son sus causas? ¿Por qué se produce y bajo qué circunstancias es más probable que aparezca?
Carga excesiva de trabajo
Un exceso de carga de trabajo o la asunción de tareas que no deberían corresponder al cargo del empleado, pueden llevar al burnout laboral. ¿Por qué? Sencillo, tu empleado no puede asumirlas, o bien por tiempo, o bien por falta de competencias. Esto, además de desembocar en estrés, generará frustración, falta de confianza tanto en sus propias capacidades como en el liderazgo que recibe, horas de más, cansancio y desmotivación. Y esto será solo el principio. ¿Hace falta explicar más?
Autoexigencia del trabajador
En ocasiones los detonantes del burnout laboral tendrán que ver con las propias soft skills del empleado, su personalidad y, en especial, su autoexigencia. Puede ser que el afectado esté llevando a cabo sus tareas, y las esté haciendo bien. Pero, ¿y si la percepción propia es que no es suficiente? La autoexigencia, aliada a veces en términos de productividad, puede jugar muy malas pasadas. Si la opinión propia es que, hagas lo que hagas, nunca eres suficientemente bueno, parece obvio cuál va a ser el resultado.
Expectativas vs realidad
Personas idealistas, abnegadas o con mucha vocación pueden ser más tendentes a sufrir este síndrome. En general, sus expectativas van a ser mayores a las del resto, y hay muchas más probabilidades de que la realidad del día a día del empleo sea diferente a la de la perspectiva interna que tenían antes de comenzarlo. Esta decepción continua entre lo que esperaban y lo que encuentran, es posible que acabe por desembocar en desmotivación.
Liderazgo deficiente
El manager no orienta a su equipo, no confía en ellos, nunca está para resolver sus dudas, no revisa su trabajo ni utiliza el feedback como potenciador de talento, ni siquiera se sabe el nombre de todos sus empleados. Lo que esto puede provocar, además del más absoluto caos, es la desmotivación de sus trabajadores. Un buen liderazgo es clave para mantener la confianza, la productividad y la motivación de una plantilla.
Qué hacer ante un caso de burnout laboral
Ahora que ya sabes qué es el burnout laboral, por qué se da y cómo puedes identificarlo en tus empleados, llega lo importante: ¿qué puedes hacer tú ante un caso de burnout laboral en tu empresa?
Si encuentras a un trabajador con síntomas claros de burnout laboral, lo más importante es que lo abordes con una estrategia clara, conociendo bien las causas que lo han provocado y personalizando las soluciones en la persona afectada.
Lo primero, una vez identificadas las causas, es darles un tratamiento acorde con su gravedad.
En el caso de causas más relacionadas con las propias características personales del trabajador, como la autoexigencia, la falta de confianza o las altas expectativas, lo ideal sería recibir el feedback de sus superiores sobre el trabajo que está realizando y lo que se espera de él. Un extra de refuerzos positivos para que el individuo tenga claro si lo que está haciendo es lo que debe, más, o menos. Además, si quieres aportar un extra de valor, puedes ofrecer formación en soft skills, gestión emocional o ayuda psicológica desde la empresa.
Si, por el contrario, las causas tienen más que ver con la organización, será una oportunidad excelente para recibir feedback como líder, trasladarlo a quien tenga que tomar decisiones al respecto y mejorar aquellas características de la organización que no están a la altura del talento que forma parte de ella. Puede que los managers necesiten coaching o consultoría, o que los empleados demanden un extra de formación o una buena sesión de teambuilding.
Cómo diferenciarlo del estrés laboral
Ante todo, hay que dejar una cosa clara: el burnout laboral no es solo estrés.
La confusión es normal, pero para que lo entiendas de una forma mucho más lógica: el burnout siempre conlleva estrés, pero el estrés no siempre conlleva burnout. Hay quien dice, incluso, que el estrés no siempre tiene que ser negativo, que en ocasiones puede ser una herramienta emocional necesaria para saber cuándo estás asumiendo más de lo que debes.
La capacidad para diferenciar una cosa de la otra será directamente proporcional al conocimiento que tenga el manager de su equipo. De esta forma, bajo una observación más exhaustiva, podrá notar cuándo el estrés es circunstancial y no algo crónico, cuándo los indicios son lógicos o desproporcionados y la gravedad de la sintomatología.
Cómo prevenir el burnout laboral
Y, por fin, llegamos a la parte más importante. ¿No dicen que es mejor prevenir que curar? Con la formación y las medidas adecuadas, no tendrás que enfrentarte a la difícil situación de que tus empleados acaben desarrollando una enfermedad que puede llevar a una huida del talento, una menor productividad o una mayor rotación laboral.
Por tanto, hay ciertas medidas que puedes (y debes) tomar para prevenir el burnout laboral en tu organización:
Atención a los primeros síntomas de burnout laboral
Identificar primeras señales de que un trabajador puede llegar a sufrir burnout laboral si su situación se alarga en el tiempo, es clave para remediarlo antes de que sea tarde. Si notas a un trabajador sobrecargado de tareas o falto de conocimiento para terminarlas con éxito, lo más sencillo es que reciba feedback y ayuda de un superior antes de que la situación le sobrepase.
Relaciones de confianza y comunicación
En nuestra opinión, un pilar fundamental en las redes de interconexión de cualquier organización. Las relaciones entre manager y empleado han de basarse en la confianza, y esta fomentará una comunicación sincera y abierta. Si el empleado se atreve a decirle a su líder que: no le gustan sus tareas actuales, se siente sobrecargado o no sabe cómo realizar alguna en concreto, ¿no es más probable que ni siquiera acabe por estresarle la situación? Sabiendo que puedes contar con tu equipo, todo es susceptible de ser solucionado.
Formación en soft skills
Que los empleados de una organización logren dominar habilidades blandas como la capacidad de comunicación, la gestión del estrés, la aceptación del fracaso o el control de emociones, será el antídoto perfecto para dejar de preocuparse por llegar a extremos como el burnout laboral. Por ello, la enseñanza periódica en habilidades que vayan a resultar útiles en este aspecto, se convertirá en una pieza clave del plan formativo de la empresa.