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Upskilling y reskilling para potenciar el talento interno

30 abril, 2025
upskilling y reskilling

El mundo laboral evoluciona últimamente a una velocidad sin precedentes. La digitalización, la automatización y la inteligencia artificial están redefiniendo las competencias necesarias de todos nosotros y en casi todos los sectores.  Y precisamente por ello, conceptos como el upskilling y reskilling han empezado a ganar un gran protagonismo como estrategias clave para redefinir las estrategias de gestión de talento de las compañías.

Pero, ¿qué significan realmente estos términos? ¿Cuáles son las diferencias entre reskilling y upskilling? Y, lo más importante, ¿cómo pueden las empresas implementarlos de manera efectiva? Vamos a verlo con calma.

Upskilling y reskilling: qué es cada concepto

¿Qué es upskilling?

El upskilling se refiere al proceso de mejorar o ampliar las habilidades de un trabajador dentro de su área actual de trabajo. Se trata de una estrategia clave para que los empleados se mantengan actualizados con las tendencias del mercado y las nuevas tecnologías aplicadas a su sector.

Por ejemplo, un diseñador gráfico que aprende UX/UI está desarrollando nuevas competencias dentro de su mismo ámbito de trabajo, lo que le puede permitir mejorar sus resultados y sumar oportunidades de crecimiento dentro de la empresa.

Y ojo, que lo bueno del upskilling, entre muchas otras cosas, es que no solo beneficia al trabajador, sino que también es una ventaja competitiva para la empresa, que aumenta la productividad y la capacidad de adaptación a los cambios del mercado sin necesidad de incorporar nuevo talento.

¿Qué es reskilling?

El reskilling, en cambio, implica la formación de un trabajador para desempeñar una nueva función dentro de la organización. En este caso se permite e impulsa al empleado a adquirir las competencias necesarias para asumir un rol diferente.

Suele ocurrir, por ejemplo, cuando un puesto de trabajo queda obsoleto debido a la automatización o cambios en la industria. También cuando se ve el potencial de un trabajador para un rol diferente, o bien cuando un empleado no está del todo conforme con su rol pero tiene aptitudes y capacidades para desempeñar otro diferente.

Por ejemplo, un operario de producción en una fábrica puede recibir una formación en programación de robots industriales. Este se consideraría un proceso de reskilling, ya que su puesto original ha cambiado con la incorporación de nuevas tecnologías, y en lugar de ser reemplazado, se le da la oportunidad de evolucionar profesionalmente dentro de la empresa.

Diferencias entre upskilling y reskilling

Ambas estrategias son fundamentales para el desarrollo del talento, pero se aplican en diferentes situaciones. Aquí te las resumimos un poco para que lo veas de una manera más visual.

Característica Upskilling Reskilling
Objetivo Mejorar habilidades en el rol actual Capacitar para un nuevo rol
Impacto en la empresa Mayor calidad del talento y posibilidad de nuevas responsabilidades Reduce la necesidad de contratación externa
Ejemplo Un diseñador gráfico aprende UX/UI Un vendedor se convierte en analista de datos
Cuándo aplicarlo Para adaptarse a nuevas tecnologías y metodologías dentro del mismo puesto, o para ampliar conocimientos y asumir un upgrade de rol Un puesto queda obsoleto, la empresa necesita talento en otras áreas o el empleado quiere y puede redefinirse.

Mientras que el upskilling permite a los empleados mejorar dentro de su propio campo, el reskilling les ofrece la posibilidad de reinventarse profesionalmente.

Es decir, la principal diferencia entre el upskilling y reskilling es que, en el caso del upskilling, el empleado se mantendrá en su mismo puesto y departamento y, en el caso del reskilling, el empleado cambiará totalmente de rol.

En ambos casos, es la empresa la que asume la nueva formación del trabajador, logrando así una mejor gestión de su propio talento, nuevos roles de equipo e incluso una reducción de costes de contratación.

Beneficios de aplicar upskilling y reskilling

Aunque las estrategias de upskilling y reskilling requieren una inversión formativa por parte de la empresa, no suele suponer ningún problema cuando comienzan a verse todos los beneficios que puede tener para los resultados del negocio (que no son pocos).

Adaptación a las fluctuaciones del mercado laboral

Gracias al upskilling y reskilling, puedes tener la oportunidad de garantizar que tu equipo evolucione a un ritmo más similar a la evolución del mercado laboral actual, que lejos de ser estático cambia a una velocidad impactante.

Cada año las demandas de habilidades cambian, y tanto es así que el World Economic Forum ha afirmado que el 50% de los empleados necesitarán nuevas habilidades para desarrollar su puesto en 2025.

El problema llega en la vorágine del día a día de una organización: la carga de trabajo a veces es tanta que cuando nos queremos dar cuenta de la «brecha» de habilidades que tenemos, ya es tarde. La idea del upskilling y reskilling es no esperar a que tu competencia ya haya dado el salto, sino adelantarte y capacitar a tu equipo para resolver los nuevos retos del mercado.

Reducción de costes y tiempo de nueva contratación

En muchos casos, cuando a tu empresa se le plantea un nuevo reto, vas a tener que contratar a un nuevo miembro del equipo, y esto implicará una inversión en tiempo y dinero que, en el caso de ser necesaria, amortizarás rápidamente.

Pero, antes de plantearte el proceso de selección, piensa: ¿está ese nuevo puesto tan alejado de los que ya existen en tus equipos? ¿Es posible que alguno de los empleados tenga la capacidad y el tiempo para poder desempeñar esta nueva función?

En los casos en los que sea posible, el upskilling y reskilling es una alternativa que te ahorrará costes de nueva contratación y, sobre todo, tiempo: en entrevistas, en cribado, en procesos de onboarding, adaptación…

Mayor fidelidad y compromiso de los empleados

En un mercado en el que la rotación de personal es cada vez mayor, las empresas que no ofrezcan a su talento la oportunidad de crecer y evolucionar en la empresa pueden quedarse atrás.

Los trabajadores valoran cada vez más la posibilidad de seguir aprendiendo dentro de una misma organización. Cuando una empresa invierte en upskilling y reskilling, no solo está mejorando las capacidades de su equipo, sino que también está enviando un mensaje claro: «Nos importas, queremos que crezcas con nosotros».

Cómo implementar el upskilling y reskilling en tu empresa

Para que un programa de formación tenga impacto real, debe estar alineado con la estrategia de la empresa y con la cultura empresarial, además de responder a las necesidades concretas que tenga la organización. No (solo) se trata de ofrecer un pack formativo, sino de guiar al empleado con el que vayas a trabajar el upskilling o reskilling en un plan íntegro y completo que le guíe hacia su nuevo puesto y sus nuevas responsabilidades.

1. Identificar las habilidades necesarias

Esta fase sería como el ‘pre-análisis’ antes de llevar a cabo el plan de upskilling y reskilling. El proceso de este tipo de estrategias se suele dar en base a una necesidad previa. Por ejemplo: te das cuenta de que empiezas a necesitar herramientas de People Analytics y crees que uno de tus técnicos de selección a jornada parcial sería perfecto para el upskilling.

Por ello, esta será la fase más clave en los procesos de upskilling y reskilling: define qué competencias o habilidades comienzan a ser necesaria dentro de tus actividades y servicios y, cuando las tengas muy bien definidas, habrás completado esta frase.

2. Evaluar las habilidades actuales del equipo

Ahora que ya tienes claro qué habilidades puedes llegar a necesitar, comprueba cuál es el punto de partida. Comenzando por los análisis de puesto de trabajo y las jobs descriptions, confirma cuáles de estas habilidades puede tener ya tu equipo y, en caso de no tenerlas, cuáles estarían más relacionadas.

Imaginemos que eres una empresa que acaba de ser invertida y, como fundador/a, comienzas a tener una carga administrativa de la que ya no te puedes hacer cargo. Ya has identificado cuáles son las competencias que necesitas. Ahora, ¿cuentas ya con algún tipo de ayuda administrativa dentro de tu equipo? ¿Crees que pueden asumir, por cargas de trabajo, formación para cumplir con nuevas tareas?

O, por el contrario, no cuentas con ningún cargo administrativo dentro de tu empresa, pero hay una persona del equipo de nóminas que, además de no estar muy satisfecha con su rol actual, tiene unas soft skills perfectas para lo que necesitas: es organizada, disciplinada, responsable y disfruta de labores más burocráticas. Podría ser el perfil ideal.

3. Evalúa alternativas

Ya tienes claro por un lado qué habilidades necesitas y, por otro, con qué habilidades cuentas ya en tu equipo. Ahora solo queda plantear las alternativas.

¿Cuentas en el equipo con alguien con habilidades similares a las que necesitas y una carga de trabajo moderada? Quizá lo mejor sería optar por el upskilling.

¿No cuentas en el equipo con nadie con habilidades similares, pero sí con persona con un buen fit cultural de tu empresa y unas soft skills ideales para el nuevo puesto? Te recomendaríamos optar por el reskilling.

Y, sin embargo, si no te sientes identificado/a con ninguna de las situaciones anteriores, es probable que tengas que plantearte abrir una nueva vacante en tu empresa para poder cubrir tus necesidades.

4. Diseñar el plan formativo necesario

Si has optado por las estrategias de upskilling y reskilling, ahora tendrás que diseñar un plan formativo que ayude a los empleados protagonistas a adaptarse a sus nuevas responsabilidades.

Por supuesto, lo ideal sería que dieras la oportunidad al equipo de formarse dentro de la jornada laboral, priorizando de esta manera este planning y evitando que sea algo que se quede «pendiente» infinitamente.

5. Seguimiento constante

Y ojo con este paso, porque no basta con formar por formar. Si quieres que tus planes de upskilling y reskilling sean verdaderamente efectivos, será necesario evaluar si el aprendizaje se traduce en mejoras tangibles para el negocio.

Sería ideal que hicieras un seguimiento mensual o trimestral de cómo va la estrategia. Te dejamos por aquí algunas métricas clave en las que te puedes fijar:

  • % de empleados que completan la formación y la aplican en su trabajo.
  • Impacto en indicadores de productividad y desempeño.
  • Reducción de la rotación de empleados capacitados y mejora en su satisfacción laboral.

Casos de éxito: empresas que han potenciado su talento con upskilling y reskilling

  • Amazon: Invirtió 700 millones de dólares en 2021 para formar empleados en cloud computing y análisis de datos.
  • AT&T: Creó la iniciativa Future Ready para formar a más de 100.000 empleados en nuevas tecnologías.
  • PwC: Lanzó un programa global de upskilling para hacer una mejora general de la eficiencia y productividad de su equipo.

Upskilling y reskilling como pilar estratégico 

Ahora sí que sí, ya hemos visto qué es esto del upskilling y reskilling, por qué deberías intentar aplicarlos en tu empresa y, lo más importante, un paso a paso para elaborar un plan para aplicar estas estrategias.

Tener en cuenta este tipo de acciones puede convertirse en una herramienta diferencial no solo para tu experiencia del empleado, también para tu competencia y tu capacidad de atraer talento. Demuestra que te importa tu equipo y sus posibilidades de crecimiento en la empresa, y tendrás mucho trabajo hecho.